Infertilidad no es impedimento para ser padres
POR: Salud180.com
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En la vida llega una etapa en la cual las mujeres desean convertirse en mamás, la estabilidad con la pareja, la presión social o el simple deseo de generar una vida son parte de los motivos. Aunque existen causas naturales por las cuales esto se complica, la infertilidad no es un impedimento para ser padres.
Si hablamos de cifras, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México aproximadamente de dos a tres millones de parejas sufren de infertilidad y cada año se registran 100 mil nuevos casos.
El médico Mario Sergio Cristo Aguirre, director médico del Instituto Especializado en Fertilidad y Salud Reproductiva (INSEMER) México, aclara que se puede hablar del padecimiento de la infertilidad cuando después de 12 meses de intentar embarazarse de manera constante y habiendo dejado el método anticonceptivo, no se tiene éxito.
Tus opcionesHablar de infertilidad en la actualidad es una especie de tabú, a las personas no les gusta comentar con sus familiares o amigos que tienen problemas de fertilidad y en esto se basa el problema de la desinformación
Los avances científicos permiten actualmente que los problemas de infertilidad puedan ser tratados, no sólo para combatir las causas que lo generan sino aún mejor para brindar la posibilidad de que las parejas logren tener un bebé en casa.
De acuerdo con el también especialista en Ginecología y Obstetricia, las técnicas de reproducción asistida de implican procedimientos directamente en los óvulos y/o espermatozoides, ya que son tratados en un laboratorio para mejorar su capacidad fecundante.
Los embriones obtenidos son cultivados y desarrollados bajo condiciones controladas dentro de una incubadora, mejorando así su capacidad de implantación en el útero. Los tratamientos que se pueden encontrar en el país son la inseminación intrauterina, fecundación invitro, entre otras.
Ya que de inicio las parejas pueden sentirse desanimadas por tener que realizarse estos procedimientos pierden de vista que también hay oportunidades de lograr que el embarazo sea mejor que el obtenido de manera natural.
Lo anterior se fundamenta al explicar que existen técnicas accesorias que permiten estudiar de manera más cercana a los embriones para asegurar que gocen de buena salud, entre ellas se pueden encontrar:
1. Diagnóstico Genético Pre-implantatorio. El cual consiste en realizarle un estudio a las células de uno de los embriones que lleve tres días de desarrollo, para lograr descubrir si hay alguna malformación genética que invite a detener su uso para fecundar.
El especialista Mario Sergio apunta que mediante este tipo de tratamiento también se puede identificar el sexo del bebé o si se busca la selección también se puede realizar.
2. Transferencia de embriones vitrificados. Con este método de apoyo se investigan cuáles son los mejores embriones o los que tienen mayores posibilidades, para poder congelarlos y utilizarlos conforme se vayan requiriendo si es que en el primer intento no se logra el embarazo. Apoyo moral
Pasar por un proceso de reproducción asistida es un proceso que va más allá de los procedimientos médicos, el enfrentarse a ello se requiere de una fuerza emocional que en muchas de las ocasiones se encuentra mermada o hay que reforzar.
La sicóloga Claudia Aranda, especialista con maestría en Sicoterapia individual y de pareja, apunta que las mujeres o parejas necesitan recibir apoyo en el ámbito emocional, porque para ellas ya existe un duelo por el hecho de no poder embarazarse y eso debe superarse.
La batalla más amplia, continua Aranda, es contra el estrés porque “está comprobado que éste provoca el aumento del cortisol en el cuerpo, sustancia que baja el sistema inmunológico, provoca contracciones uterinas lo que provoca que los embriones no se implanten en el endometrio".
Sabemos que decidir someterse a las técnicas de reproducción asistida no es proceso sencillo, pero lo más importante es recordar que la infertilidad no es un impedimento para ser padres; ahora ya se puede pese a ello lograr el milagro de tener un bebé en tus brazos.