Golpes y caídas afectan al intelecto

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lesión cerebral
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Salud180, El estilo de vida saludable

POR: J. Manuel Reyes

Editor de Salud180.com Aficionado a las nuevas ideas. Una palabra lo cambia todo.

09-02-2012

Los niños que tienen lesiones cerebrales traumáticas severas (TBI) a una edad temprana, pueden presentar problemas de desarrollo cognitivo y capacidad intelectual a largo plazo a medida que crecen, según un estudio publicado en la revista Pediatrics.

 

En esta investigación, realizada en un hospital infantil en Australia, se analizó a 40 niños que habían pasado por una TBI en algún momento entre los 2 y 7 años de edad, las cuales fueron propiciadas por vehículos de motor y accidentes en cruces peatonales y, por tanto, eran graves.

 

Los investigadores examinaron a los niños inmediatamente después de la lesión, así como en un periodo de 12, 30 meses, y 10 años. Con lo cual, identificaron que tenían problemas con su desarrollo intelectual, conductual y social.

 

De hecho, los niños con TBI parecían rezagarse más de tres años después de su lesión, en comparación con sus compañeros y quienes habían pasado por una lesión traumática leve.

 

“Algunos de los niños con TBI severo se desempeñaban bien” después de la lesión, dice el médico Harvey S. Levin, del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación del Baylor College of Medicine.

 

“Existe un crecimiento intelectual con la edad, así que no es que estos niños no sigan mostrando desarrollo intelectual, sino que hay un retraso”.

 

 

Factores como la gravedad de la TBI y la cantidad de trauma asociado con la lesión, podrían tener más peso al determinar la cantidad de déficit puede experimentar un niño, explica el especialista.

 

Los niños están en alto riesgo de lesión cerebral traumática debido a su propensión a caer, dado que aún se ha desarrollado su sentido del equilibrio.

 

La mayoría de las caídas no causan nada tan grave como una TBI, pero estar cerca de escaleras o muebles con bordes duros, o subir una pendiente, podría aumentar las posibilidades de que esto ocurra y reflejarse posteriormente en algún retraso conductual, social o intelectual.

 

Por ello, es indispensable poner más atención en los niños y los riesgos latentes en casa, guarderías y escuelas durante estas edades tempranas.

 

 

 

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