Tabaquismo es prevenible en jóvenes

A pesar de que la sociedad está cada vez mejor informada sobre los daños a la salud, los índices de consumo de cigarro se incrementan. Los expertos alertan sobre la ausencia de campañas para luchar contra el tabaquismo, el cual tiene efectos letales sobre la población. Y lo peor, advierten, es que las enfermedades asociadas al tabaco pueden prevenirse en un alto porcentaje si se deja de fumar.

También desde el hogar se puede prevenir. Generalmente, al adolescente que tiene un buen desarrollo emocional (a quien desde muy pequeño se le advierte sobre los daños que causa el tabaco y, sobre todo, que tiene el ejemplo de los padres no fumadores) si se le encamina desde niño a la práctica del deporte y vive en un ambiente sano, es difícil que adopte esta adicción.

Se requiere de una tarea conjunta entre padres e hijos para fomentar actividades deportivas, intelectuales, musicales o el desarrollo de otras habilidades productivas.

¡Sí se puede dejar!

En todo el mundo, el Día de no Fumar se festeja el 1 de junio, ¿pero se puede realmente dejar de fumar? ¿Cómo pueden los no fumadores motivar a los activos para dejar el hábito, especialmente entre la gente joven? Existen muchos métodos para dejar de fumar, desde la orientación y prevención del mal.

En México, al igual que en otros países, han surgido diferentes grupos de autoayuda para los fumadores, clínicas especializadas y mecanismos de apoyo social que proporcionan todos los datos y orientación necesarios; sin embargo, toda esta información parece no ser suficiente para que los jóvenes no caigan en ese vicio.

Dejar de fumar no es fácil, pero es posible. Sólo hay que decidirse. La prueba está en miles de personas que lo han intentado y lo han logrado. Quizá basta recordar esta terrible frase: “cada minuto que fumas es un minuto menos de vida”. Además,  la tarea de la sociedad es mostrarles a los jóvenes el amor a la vida.

Los no fumadores 

Según declaraciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los no fumadores inhalan el mismo alquitrán, nicotina, monóxido y bióxido de carbono que producen los cigarrillos de los que tiene el hábito.

El tabaquismo pasivo, impuesto o involuntario, viola el derecho a la salud de los no fumadores, quienes deben protegerse de toda contaminación ambiental. Éste en niños, como consecuencia de padres fumadores, ha sido causa de estudios en los que se ha encontrado una relación directa entre la inhalación pasiva del humo de tabaco y la salud infantil.

Las conclusiones demuestran una mayor predisposición a infecciones respiratorias agudas, otitis media, tos crónica y sibilancias bronquiales. En los hijos de padres fumadores se presentan cuadros de asma.

Las acciones para evitar estos daños a la salud no pueden esperar más, se debe prevenir que los niños y jóvenes inicien el consumo del tabaco, y apoyar a quienes ya fuman para que lo dejen, así como propiciar ambientes libres del humo de tabaco para proteger a los no fumadores.

El hábito de fumar crea una falsa imagen, que no hace a las personas más inteligentes, elegantes, independientes, prósperas e interesantes, sino todo lo contrario.

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