Cefalea en racimos o neuralgia migrañosa
POR: Mariana Peña
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Conocido también como neuralgia migrañosa, de Horton o de Cluster, este dolor afecta un lado de la cabeza y puede provocar lagrimeo y congestión nasal. Los científicos no saben exactamente qué causa las cefaleas en racimos (CR), pero parece que algo tiene que ver la liberación súbita de histamina o de serotonina por parte del cuerpo.
Los antecedentes familiares no parecen jugar un papel preponderante y, en todo caso, algunas de las personas que experimentan CR son grandes fumadores. El consumo de alcohol, así como la luz brillante, el estrés o ciertos alimentos, pueden desencadenar episodios. Estas cefaleas son una forma bastante común de dolor de cabeza crónico y suelen ocurrir en forma repetitiva cada día a la misma hora durante varias semanas y luego desaparecen.
Síntomas y factores de riesgo: cuidado con el tabaco
Un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Dr. Manuel Velasco Suárez” (INNN), señala que la cefalea en racimos se distingue clínicamente por la tendencia de los ataques a ocurrir en grupos (racimos) separados por episodios de remisión.
Es infrecuente si se le compara con otras cefaleas primarias, pero la severidad de los ataques obliga a un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado. La cefalea en racimos es más común entre los 25 y 30 años de edad y es más frecuente en hombres que en mujeres.
Síntomas más comunes
No se conocen factores de riesgo claros, no obstante, se ha vinculado a la CR con el consumo de tabaco y de alcohol. Los síntomas más comunes son un dolor muy intenso, pulsátil o punzante; el dolor es unilateral y puede irradiarse a la mandíbula, cuello o zona temporal.
En opinión de los expertos, a diferencia de la migraña, el paciente se encuentra agitado e inquieto durante el ataque. La CR puede precipitarse por falta de sueño, consumo de alcohol, inhalación de solventes orgánicos o estrés emocional. Suele suscitarse durante la etapa REM del sueño y puede despertar al paciente.
Tratamiento
El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas de la CR, no curarla. Los dolores de cabeza pueden desaparecer espontáneamente o se puede necesitar un tratamiento que prevenga el dolor o lo mitigue, una vez que aparezca. El especialista puede recomendar una serie de medicamentos antiinflamatorios.
Según los investigadores del INNN, el oxigeno inhalado es un tratamiento efectivo para el ataque de cefalea en racimos.