Dejar que mi perro me bese, ¿qué tanto puede afectar mi salud?

Llegas a casa y recibes ese amor incondicional que te puede dar un “perrhijo”, su emoción al verte, ¡es incomparable!, ¡lo sabemos!

Las mascotas y en especial los perros se vuelven parte de tu familia, al ser uno de los animales más amororos y fieles, sin embargo, ¡dejar que te dé lengüetazos en la boca (tristemente) no es lo más recomendable!

De acuerdo con el Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Cornell en Estados Unidos, su boca y lengua contiene muchas bacterias que adquieren al estar en contacto con el exterior y oler heces en la calle. En especial, hay tres bacterias que pueden afectar directamente a los dueños.

Las bacterias de salmonella, escherichia coli, clostridium o campylobacter, son algunas de las que se han encontrado en la boca de los caninos, las cuales pueden ocasionar, principalmente enfermedades gastrointestinales, con síntomas como dolor de estómago, diarrea, vómito y fiebre.

Si pones atención, gran parte del día además de jugar y ser amorosos también se lamen constantemente el trasero, entonces, ¡imagínate los constantes gérmenes que pueden transmitirte!

Por mucho tiempo se ha pensado que la saliva de los perros tiene propiedades curativas, porque vemos que después de una herida, ellos constantemente se lamen y al poco tiempo cicatrizan. Sin embargo, esto solo funciona para ellos, no para los humanos.  

Para un perro, lamer es una forma de demostrar agradecimiento y amor. Y con ello, no quiere decir que no puedes abrazar y tener ese estrecho lazo con tu mascota, puedes dejar que te dé pequeños lengüetazos en brazos y después lavar bien esta zona.

Lo importante es, ¡no dejarte lamer la cara!, porque tienes tres puntos susceptibles donde puede transmitirte bacterias que es: la boca, nariz y ojos.