¿Postergas las cosas con tu pareja?

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Postergar o posponer en la relación de la pareja Fuente: Photos.com
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POR: Salud180.com

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23-12-2013

Tener el hábito de postergar o posponer las cosas no sólo puede ser perjudicial para el crecimiento y superación de una persona, sino que además puede afectar una relación de pareja, a grado tal de ser una causa de separación.

 

De acuerdo con la sicóloga Ada Zepeda, posponer las decisiones y acciones dentro de una dinámica de pareja puede conducir a una dinámica negativa y causar emociones que poco a poco minan su confianza, estima, seguridad y empatía. Crea un clima de tensión propicio para los malos entendidos y peleas.

 

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  Consecuencias de hábito de posponer

 

Cuando uno de los miembros de la pareja tiene el hábito de posponer, por lo general denota culpa, estrés, incomodidad, ansiedad, vergüenza, e incluso depresión, lo que tarde o temprano transmite a la pareja, según la especialista. Todo ello puede traducirse en consecuencias para la relación como:

 

1. Falta de compromiso. Entre los factores que llevan a postergar la decisión de formalizar una relación son miedo a la responsabilidad, alta auto exigencia, temor a revivir situaciones traumáticas de la infancia o al rechazo, lo cual genera que nunca se concrete dicho compromiso.

 

2. Dependencia emocional. Algunas personas desean tanto una aproximación que se sienten asustados o abrumados por la intensidad de su deseo, y entonces los bloquean. Además, algunas postergan cosas al grado tal que esperan que sus parejas tomen la iniciativa o elijan por ellas, para no asumir la responsabilidad por los errores o culpa.

 

3. Historia de la pareja. Haber tenido malas experiencias en relaciones previas hace que la persona posponga y se niegue a realizar actividades propias de una pareja, que pueden ser desde simples dinámicas con el resto de la familia, hasta vacaciones o prácticas sexuales, todo con el objetivo de no “pasar por lo mismo”.

 

4. Familia. Experiencias personales o ajenas que se llegan a generalizar, como el fracaso profesional, infidelidad y rompimientos luego del matrimonio, son factores que influyen para postergar la llegada de un hijo, al punto de que ya es demasiado tarde y rompe la relación.

 

5. Sobreprotección. Más allá de proteger a alguien de la crítica de los demás, posponer también pueden regular el grado de apego que una persona mantiene con otros para mantenerse en la “zona de comodidad”.

 

Postergar las decisiones y ejecución de acciones también es una manera de manipulación y juego de poder dentro de una relación de pareja. Una manera de evitar la separación o rompimiento, lo que incrementa el hábito en quien lo realiza y daña emocionalmente a quien lo recibe.

 

Por lo anterior, recomienda la especialista, es importante aprender a reconocer este mal hábito en uno mismo o en la pareja, debido a que con la ayuda especializada, como la terapia de pareja, se puede resolver y dar paso a una relación más sana.

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