Evolución de la bulimia nerviosa

La aparición de la bulimia nerviosa en pacientes susceptibles, se asocia generalmente con la interacción de los alimentos, el peso y la imagen personal. Siempre ha sido un argumento constante sobre si la causa subyacente de la bulimia nerviosa es fisiológica o psicológica.

En el aspecto fisiológico, existen evidencias y teorías que giran en torno a los neurotransmisores y cómo afectan a los hábitos alimenticios del individuo. De esta manera, el principal detonante de la bulimia nerviosa apoya la hipótesis de que la disfunción del neurotransmisor es el principal responsable de desarrollar un trastorno alimentario.

Es decir, el nivel del neurotransmisor serotonina en el cuerpo, en determinados momentos, ha sido catalogado como responsable de influir en la ingesta de alimentos. En cuanto al aspecto psicológico, los investigadores indican que el aspecto físico es la forma en que el cuerpo tratar de poner de manifiesto dicho evento, y que el estado mental es el factor de control.

Por lo tanto, en este contexto, la mente juega un papel importante en el desarrollo del trastorno y el aumento del nivel del neurotransmisor, es sólo la evidencia física.

Progresión de la bulimia

Como una forma más segura de tratar de entender la causa de la bulimia, muchos investigadores han establecido un protocolo para explorar el aspecto psicológico en primer lugar, con el supuesto de que el cerebro tiene el control completo de los acontecimientos que suceden.

Las manifestaciones físicas, como la serotonina y los niveles emocionales anormales se tratan como parte de la exploración física, medicamentos y terapia. El aspecto psicológico es sumamente importante, ya que cada individuo tiene una razón o una historia del por qué su inestabilidad emocional y cómo la bulimia se ha convertido en una forma de compensación.