Esto pone en riesgo la salud de tu hijo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el virus respiratorio sincitial (VRS), principal causante de la bronquiolitis, es el culpable del fallecimiento, cada año, de casi cuatro millones de niños menores de 24 meses en el mundo.

Esta infección vírica aguda del tracto respiratorio suele afectar a lactantes y a niños pequeños, sobre todo durante los meses fríos del año. Se trata de una enfermedad grave que causa la inflamación de las vías respiratorias inferiores en el pulmón, lo que las bloquea y provoca una consecuente falta de aire.

  Padecimiento complicado

Los síntomas de la bronquiolitis suelen ser similares a los de un catarro de las vías altas. Sin embargo, esta infección se caracteriza por cierta dificultad para respirar, tos persistente e intensa, fatiga, sibilancias (sonido similar a un silbido), aumento de la frecuencia respiratoria y pérdida notable de apetito.

En adultos, la infección no llega a las vías bajas y pasa, a menudo, desapercibida, pero en los menores de dos años los efectos de la bronquiolitis son más graves que los de la gripe.

En los bebés prematuros, sobre todo los nacidos antes de las 35 semanas de gestación, los VRS suelen ser más graves, debido a la anatomía de sus vías respiratorias, menos desarrolladas que en nacidos a término y con menor población de anticuerpos.

Los menores con cardiopatía congénita o con enfermedad pulmonar crónica también son altamente vulnerables al virus respiratorio sincitial.

  Su contagio

Como en la gripe, el contagio de esta enfermedad es muy fácil. El VRS se propaga a partir las secreciones nasales, tos y estornudos de la persona infectada, y a través del contacto con manos y objetos. El virus puede vivir hasta cinco horas en juguetes, ropa y pañuelos.

Los expertos recomiendan a los padres y cuidadores una serie de medidas higiénicas para cuidar a estos pequeños: lavarse bien las manos antes de tocar al bebé; evitar toda exposición al humo del tabaco y a los entornos cerrados; el contacto físico del bebé con otros menores o familiares contagiados; usar pañuelos desechables y tirarlos inmediatamente; y limpiar a fondo los juguetes y no utilizar aquellos que hayan sido tocados por otros bebés o mayores enfermos.

Ante una bronquiolitis se recomienda consultar de inmediato al pediatra, ya que mediante una simple radiografía de tórax se puede detectar la obstrucción de las vías aéreas bajas y, en consecuencia, la dificultad para respirar.

Los casos leves de bronquiolitis no requieren tratamiento específico, más allá de la humidificación de la vía aérea que permita una tos más efectiva. Los antibióticos no son útiles, porque la enfermedad está causada por una infección viral. El mejor tratamiento para la mayoría de estos niños es darles tiempo para recuperarse y muchos líquidos.

En Hospitales Angeles contamos con la más alta tecnología y los mejores especialistas para el diagnóstico y el tratamiento de la bronquiolitis. Cuidamos tu salud y la de tu familia.