Esto confirma que es un “patán”

Si te hizo esperar más de una hora para atenderte (y no se disculpó) o no tuvo la delicadeza de poner atención en tu discurso, seguramente estás frente a un “patán”.

 

En entrevista para Salud180, la psicóloga Teresa Díaz, socia y fundadora de Psicoterapia en la Montaña, dice que los “patanes” aprovechan el poder que tienen para controlar y someter a los demás.

 

También te puede interesar: Facebook revela por qué te atrae el que te ignora
 

 

Quienes tienen este comportamiento se educaron en un ambiente donde impera la ideología del patriarcado, en el que los hombres tienen una serie de ‘privilegios’ por encima de mujeres y niños. Por esto creen que pueden someter a quienes tienen menos poder que ellos.”

 

Esa sensación de superioridad y ese ‘derecho’ a someter, controlar y maltratar a otros, lo reflejan a nivel socioeconómico, verbal, físico, institucional o sexual”.

 

No obstante, la coautora del libro “29 claves para encontrar pareja” señala que estas personas sólo serán encantadoras, complacientes y atentas con sus superiores.

 

Así se comporta un “patán”

 

Normalmente, los patanes eligen el tema de conversación y es el protagonista de las reuniones; pide y ordena las cosas de manera impositiva y autoritaria; hace juicios sobre las personas y no sobre las acciones, tareas o situaciones.

 

Otra característica es la agresión física y verbal, así como la omisión de información porque piensan que es una forma de controlar a los demás. ¿Quieres conocerlos más? Checa la infografía.

 

 

¡Aléjalos de tu vida!

 

La psicóloga especialista en temas de pareja y violencia te da los siguientes consejos para tratar a un “patán”:

 

1. Tomar conciencia de la desigualdad de poder que exista entre ustedes, así como los riesgos que corres. De esta manera sabrás cómo actuar para que no te falte al respeto y tu integridad esté intacta.

 

2. Apoyarte en los demás. Debes informarte de las instancias legales o grupos que te brindan apoyo para denunciar y superar el maltrato, abuso u hostigamiento.

 

3. Hablar y darte tu lugar. Sólo basta con que expreses lo que necesitas. Por ejemplo: “Te pido que no me hables así” o “No me trates de esta manera”.

 

4. Aléjate. Si acabas de conocer a un “patán” (persona que te trata mal, no respeta tu tiempo y no muestra el mínimo interés en lo que dices), lo mejor es que te retires.

 

Teresa Díaz concluye que las personas deben estar conscientes de que el poder es sinónimo de responsabilidad, por lo que se debe evitar el abuso para ejercerlo con respeto y amabilidad.