Diferencias notables entre la aceptación y la resignación

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Expertas hablan de la diferencia entre aceptación y la resignación. Cortesía: Getty
Difusión Cultural de Fundación Teletón. Colaborador

POR: Difusión Cultural de Fundación Teletón. Colaborador

Difusión Cultural de Fundación Teletón México, da información útil sobre la discapacidad, cáncer, autismo y vivencia de los valores humanos

29-12-2014

Clara Cloria, Anna Freixas y Susana Covas, autoras del libro de Los cambios en la vida de las mujeres, explican que hay diferencia entre lo que es la aceptación y la resignación.

 

La resignación presenta cierto halo de fatalismo porque supone tolerar pasivamente lo que nos tocó en suerte. Es someterse mansamente como si hubiera que responder a designios sociales o divinos prefijados de antemano.

 

Mientras que la aceptación es la capacidad para ver las cosas como son, aunque no nos gusten. Da lugar al comportamientos en la búsqueda de estrategias vitales, que supone un reconocimiento, es decir, un ‘volver nuevamente’ sobre lo conocido para redescubrirlo en su nueva realidad.

 

La búsqueda

 

Se piensa de manera equivocada que tiene que presentarse un evento dramático o trágico como lo es un accidente, una enfermedad o la pérdida de un ser querido, para verse obligado a ver la propia existencia con otros ojos, y así comenzar a valorar y apreciar todo aquello que la integra.

 

Cuando no es así, siempre hay la oportunidad de echar un vistazo a la historia personal y al tiempo presente, con una mirada que dé foco a los motivos por los cuales se puede ser feliz y aceptar los cambios como regalos.

 

Pueden tenerse muchos aspectos que se quisieran cambiar, quizá el trabajo no brinda la realización que se desea, no hay tiempo para estudiar o aprender algo que se anhela, o no se tienen los vínculos afectivos que se desean.

 

Sin embargo, esto no debería de nublar la valoración de lo que sí se tiene y mucho menos, dejar de ver las circunstancias actuales como un escenario flexible, en las que muchas son sujeto de cambio y que otras, son motivo de agradecimiento.

 

Las autoras del libro explican que “un buen día sabemos, aunque no se lo digamos a nadie, que hemos recorrido una parte del camino y que lo que queda por delante es largo, pero no podemos dejarlo al albur”.

 

Hay que ponerse manos a la obra, si queremos que no se nos escape nuestro tiempo como agua entre los dedos. Pensemos en el camino que nos queda, en lo que hemos andado, con quién, cómo y lo que deseamos recorrer el largo que falta.

 

Apreciar el hoy es darle el justo valor a todo lo que se tiene, así como comprometerse a cambiar aquello con lo que no se está de acuerdo o quitar lo que atente contra nuestra búsqueda de la felicidad. ¿Así que no es lo mismo aceptar que resignarse?

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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