¿Cuánto lo cuidas?

La mayoría de las veces nuestro cuerpo refleja nuestro estado de ánimo y la forma en que nos visualizamos y aceptamos, por eso es importante conocer cómo hacer las paces con el cuerpo para irradiar energía positiva, salud y mantenernos en forma.

De acuerdo con Lea Kaufman, fundadora del MovimientoInteligente.com, señala que muchas personas experimentan una guerra con su propio cuerpo y lo reflejan a través de dolores, fatiga o insatisfacción con su físico.

La colaboradora del Huffpost Voces, detalla que el cuerpo debe ser nuestro templo, por lo que hay que tratarlo como tal, con amor y respeto. Esto ayudará a generar paz interna y mejores relaciones con los demás. ¿Quieres intentarlo? Conoce los pasos básicos para lograrlo:

1. Escucha tu cuerpo. Es básico para conocer lo que te hace bien y lo que no. Cuando no escuchas las sensaciones de tu cuerpo pierdes la oportunidad de sentirte mejor. Acéptate y conócete a profundidad.

En entrevista para Salud180.com, Dhyan Gulistan y Nirdosh Eidels, especialistas en meditación y nutrición consciente, te explican cómo puedes conocerte a ti mismo y aceptarte:

2. Muévete. Dedica cinco minutos de tu tiempo para mover tu cuerpo de una forma que disfrutes. Cierra los ojos y enfócate en cada movimiento. Lo importantes es que esa actividad te haga sentir bien.

3. Haz ejercicio de forma inteligente. No lo veas como una obligación, sino como placer. Encuentra una actividad que disfrutes al máximo y que se adecúe a las necesidades de tu cuerpo.

4. Acaba con las molestias. Algún tipo de dolor o malestar impacta nuestro estado de ánimo, lo que puede afectar la relación con nosotros mismos y los demás. Si es necesario busca ayuda profesional para reducirlos o analiza lo que podría ayudarte a reducirlo y actúa.

Con estos pasos podrás generar un hábito de paz y conocimiento de ti mismo. Piensa qué es lo que te molesta de tu cuerpo y haz algo para remediarlo, no te quedes en el “podría”. Al hacer las pases con tu cuerpo tendrás oportunidad de vivir con respeto y amor. Y tú, ¿cuánto quieres a tu cuerpo?