Conoce las complicaciones del embarazo

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Lau Martínez. Colaboradora

POR: Lau Martínez. Colaboradora

Estudió periodismo y comunicación en la UNAM. Desde hace 6 años vive en Madrid y colabora como corresponsal en Salud180.com. Siguel@ en:

31-12-2014

La mayoría de los embarazos transcurre sin grandes problemas; sin embargo, algunas veces se presentan complicaciones o enfermedades, que con un tratamiento adecuado no causarán mayores inconvenientes.

 

Los especialistas señalan que la preocupación por el estado de salud aumenta si se trata de madres primerizas. Por ello, es muy importante cumplir con todas las revisiones médicas durante el embarazo y mantener una buena comunicación con el ginecobstetra.

 

De acuerdo con el doctor Marcelo Rodríguez, ginecólogo de la Clínica Ciudad del Mar, algunos de los problemas que se pueden presentar durante el embarazo son:

 

1.- Hemorragia vaginal: No se puede dejar pasar desapercibida en ninguna etapa de la gestación. Si la hemorragia se produce en los tres primeros meses, no significa necesariamente que perderás a tu bebé. En la mayoría de los casos se trata de pequeños desprendimientos de las membranas ovulares que no revisten mayor complicación.

También puede ser provocado por alguna inflamación vaginal o pólipos, pero estos problemas no intervienen en absoluto con el embarazo.

Lo que debes hacer es ponerte en contacto con tu médico lo antes posible, para que te indique qué hacer. Con las medidas adecuadas, lo más probable es que se detenga la hemorragia y el embarazo continúe con normalidad.

Es posible que te recomiende reposo y que evites las relaciones sexuales durante un tiempo.

Por otro lado, la pérdida de sangre en un embarazo avanzado es rara y seria, porque puede indicar complicaciones en la placenta; esto se puede confirmar a través de una ecografía, y lo habitual es que hospitalicen a la mamá para dejarla en observación.

 

2.- Desprendimiento de placenta: Constituye sin duda la situación más urgente. En la mayoría de las situaciones se requiere una interrupción inmediata del embarazo. En algunos casos, tanto la severidad como lo súbito del cuadro resultan un verdadero desastre obstétrico, en el cual incluso se produce la muerte fetal de manera inmediata. En el resto de las situaciones, tales como preeclampsia u otras, la interrupción está determinada por el grado de compromiso fetal, lo cual va a ser diferente en cada paciente, agrega el especialista.

 

3.- Preeclampsia: Puedes presentar presión arterial por encima de 140/90 y es posible que esto signifique una enfermedad propia del embarazo.

 

4.- Vómitos: Algunas embarazadas los sufren después de las 12 semanas. Aunque estén en el contexto de un embarazo normal, en ocasiones es probable que sean signo de enfermedades ajenas a él, como gastritis o intoxicación alimentaria.

 

5.- Dolor abdominal: Puede presentarse con o sin sangrado. Durante el primer trimestre podría ser un indicador de aborto; sin embargo, no debes inquietarte mucho porque tal vez es consecuencia del proceso de anidación del embrión y el embarazo continúa su curso normal.

Si notas que tu abdomen crece aceleradamente acompañado de dolor, éste puede ser un síntoma de un aumento exagerado de líquido amniótico, consecuencia de alguna complicación.

Si observas pérdida de líquido amniótico (líquido transparente con olor a cloro), aunque sean sólo unas gotas, puede deberse a la rotura prematura de la bolsa de agua.

Si sientes contracciones dolorosas y rítmicas durante más de una hora, antes de que sea la fecha programada para dar a luz, puede significar parto prematuro.

 

6.- Infecciones vaginales: Si liberas una sustancia amarillenta o verdosa y con olor desagradable, lo más probable es que haya infección vaginal o vaginosis bacteriana.

 

7.- Falta de movimiento fetal: Si después de las 24 semanas notas una disminución de movimientos fetales, es decir, si no sientes a tu bebé moverse al menos unas seis veces durante unas dos horas después de almuerzo, debes ir a tu médico, debido a que esto es una alerta de que la salud del bebé esté en riesgo.

 

 

8.- Mareos: Hay ocasiones en que puedes sufrir pérdida de conciencia o mareo. Aunque es frecuente sentirlos durante esta etapa, es aconsejable que se lo comuniques a tu doctor, porque pueden ser causados por problemas de presión o del nivel de azúcar que, si son constantes, deben ser tratados.

 

9.- Contracciones durante el sexo: Si durante el coito o tras el orgasmo sufres contracciones uterinas intensas, debes consultar al especialista, debido a que podrían acelerar el nacimiento del bebé. Es muy probable que ocurra esto mientras más se acerca la fecha del parto.

 

10.- Herpes genital: Este virus es muy riesgoso durante el embarazo porque podrías transmitírselo al bebé. El herpes genital, por ejemplo, provoca infecciones potencialmente muy severas en los niños, sobre todo si los tienes en el momento del parto.

Los herpes labiales se le pueden traspasar al bebé por medio de un beso o por contacto. Por lo tanto, es esencial que se le informe al doctor para que le dé el tratamiento y las indicaciones adecuadas.

 

11.- Varicela: Debes tener mucho cuidado con la varicela y la rubéola porque son muy peligrosas; puedes transmitirlas al bebé y provocarle serias secuelas como sordera, ceguera o retardo del crecimiento; inclusive, existe la posibilidad de la pérdida del bebé.

Para prevenirlas, existe una vacuna que se debe poner antes de quedar embarazada, tanto en el caso de la rubéola como en el caso de la varicela.

 

12.- Diabetes gestacional: Se caracteriza por una alteración transitoria en el metabolismo de la glucosa. En general, con una dieta equilibrada se logra compensar a un gran porcentaje de los pacientes.

Los hijos de pacientes diabéticas tienden a ser más grandes, por lo que se tiene más probabilidades de tener un parto por cesárea.

Distinto es el caso de una diabetes preexistente, en la cual los fetos tienen mayores riesgos durante el embarazo, por lo cual estas pacientes requieren un control más estricto

 

Los especialistas señalan que en caso de que padezcas alguna enfermedad, ésta debe ser controlada durante la etapa de gestación para proteger tanto al bebé como a ti. Algunas dolencias como la epilepsia, el asma, un padecimiento cardiaco o la insuficiencia renal no dificultan en sí mismas el embarazo y el parto.

 

Si te cuidas, tienes una minuciosa supervisión médica durante el embarazo y te preparas en las últimas 10 semanas para tener a tu bebé, tienes todas las posibilidades de un parto normal.

 

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Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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