Confundir el olfato de los mosquitos evita piquetes

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Samuel Arroyo

POR: Samuel Arroyo

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02-06-2011

En la época de calor, como la que estamos viviendo actualmente, es muy común que se propaguen los mosquitos. Esos molestos insectos que además de hacernos pasar noches en vela por su incesante zumbido, cuando nos pican dejan tras de sí molestas ronchas que provocan comezón y una terrible incomodidad. Pero no sólo eso, estos bichos son los responsables de la transmisión de enfermedades mortales como el dengue y la malaria.

 

Los mosquitos son capaces de oler a los humanos, es por ellos que se mantienen constantemente al acecho, como depredadores vigilando a sus presas. Esperan el momento adecuado para tomarnos desprevenidos y entonces lanzan su ataque contra cualquier parte de nuestro cuerpo que esté descubierta, introducen su delgado y fino aguijón y absorben nuestra sangre. Por fortuna, científicos de la Universidad de California, en Riverside, crearon un compuesto que interfiere en la capacidad olfativa de los mosquitos. Este avance podría conducir al desarrollo de una nueva generación de repelentes e insecticidas.

 

Esto podría prevenir enfermedades propagadas por la picadura de mosquitos, como la malaria, dengue y fiebre amarilla, que resultan en varios millones de muertes cada año en el mundo.

 

 

Rastro de olor

 

Tal como explican los científicos en la revista Nature, para encontrar un huésped humano a quien picar para propagar un parásito, los mosquitos utilizan esencialmente el olor de dióxido de carbono que exhalan los humanos. El insecto puede detectar cambios minúsculos en las concentraciones de este gas y rastrearlo hasta donde se encuentra el aliento humano.


Este mecanismo ya se conocía y desde hace tiempo los científicos están buscando formas de interferir en esta maquinaria de detección de los insectos para poder controlar la propagación de las enfermedades parasitarias que transmiten.

 

 

Ahora, el profesor Anandasankar Ray y su equipo, identificaron el en laboratorio tres clases de moléculas de olor que, dicen, pueden bloquear casi totalmente la detección de dióxido de carbono del mosquito.

 

Para comprobarlo probaron las sustancias con tres epecies de mosquito: el Anopheles gambiae (que propaga malaria), el Culex quinquefasciatus (que propaga filariasis y virus del Nilo occidental) y el Aedes aegypti (dengue y fiebre amarilla). Se calcula que sólo estas tres especies propagan enfermedades a más de 500 millones personas cada año y causan varios millones de muertes.


Las sustancias que identificó el profesor Ray funcionan bloqueando los receptores de dióxido de carbono del insecto, que están localizadas en apéndices microscópicos en las antenas cerca de la boca del animal.
Los compuestos que crearon son tres: inhibidores, que inhiben el receptor de dióxido de carbono; imitadores, que simulan al dióxido de carbono y pueden ser usados como trampas para atraer al insecto y alejarlo de los humanos.


Y el tercer tipo son cegadores, que causan una activación excesivamente prolongada de los sensores de dióxido de carbono engañando al mosquito para que crea que está rodeado de enormes cantidades del gas y no pueda detectar hacia dónde dirigirse.


"Estas sustancias químicas ofrecen ventajas poderosas como herramientas potenciales para reducir el contacto entre humano y mosquito" explica el profesor Ray.

 

Fuente: BBC Mundo

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