¿Cómo transformar una mala experiencia en lo mejor de tu vida?

Si has vivido o te encuentras en una situación difícil, sientes que no puedes controlar e incluso afecta tu bienestar, quizá el saber cómo transformar una mala experiencia en algo positivo te podría ser de gran ayuda.

Aunque parezca cliché, recuerda que toda experiencia esconde un gran aprendizaje y es parte de la vida.

Adela Amado, especialista en psicología clínica y de la salud miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana, afirma que sí es posible cambiar una experiencia negativa en algo positivo.

Señala que ante una mala experiencia el cerebro busca alternativas para superarlo. Cuando no es posible, la vía más adecuada es cambiar la perspectiva para modificar el estado emocional, las reacciones y conducta, aunque éstas se basan en necesidades, intereses, creencias y valores individuales”.

  Mejor aprendizaje a partir de una mala experiencia

Adela Amado aconseja que el primer paso para convertir una mala experiencia en algo bueno en es cuestionarte. Esto ayuda a reflexionar y darle la justa dimensión.

Por ejemplo, te podrías preguntar ¿Mis emociones son adecuadas a esta situación? ¿Es correcta mi conducta? ¿Por qué me afecta tanto?

Si no tienes respuestas, piensa en cómo reaccionarían personas a las que admiras ante tal acontecimiento.

Cuando cambias el enfoque de un problema, modificas su significado. Observarlo desde afuera y con una mente objetiva y calmada se reduce el efecto adverso y aumenta el pensamiento lateral o divergente para mejorar cualquier situación de la vida” dice la Adela Amado.

Por el contrario, evadir la situación puede acarrear otros problemas. De acuerdo con un estudio publicado en la revista PlosOne afirma que encontrar esta reacción afecta el bienestar y la salud, sobre todo se pasan por alto los beneficios que puedes ganar.

David Burkus, autor de he Myths of Creativity, sugiere ver la experiencia negativa como el combustible que impulse a la creación de algo nuevo. Por ejemplo, toda la energía y carga emotiva se puede descargar en actividades laborales, escolares o domésticas para ser más productivos.

Otro ejemplo, es cuando se padece una enfermedad. La oportunidad está en centrarse en la solución, buscar opciones e investigar posibles curas. Hay personas que tras sufrir padecimientos incurables se han dedicado a la atención integral, crean grupos de autoayuda e incluso, se han convertido en especialistas en el tema. Esto les ayuda a sobrellevar su carga.

Una mala experiencia puede venir de humillaciones o discriminación. Estas acciones vulneran la autoestima. Un enfoque positivo podría ser desarrollar sentimientos de empatía hacia los demás y fomentar el autorespeto.

Otra dura vivencia es la pérdida de un ser querido o la ruptura de una relación. En estos casos, el dolor se puede sobrellevar al darle un nuevo sentido a la vida. También se aprende a valorar la vida, seres queridos y al entorno. Finalmente, ganas todas las experiencias que juntos vivieron, afirma Gina Tarditi Ruiz, psicóloga y tanatóloga mexicana.

Así, se pueden numerar situaciones adversas que nos mantean bajo el hoyo, pero éstas pueden ser el empuje que motive a la acción, incomodar para emprender nuevos proyectos y superar cualquier obstáculo. La clave está en encontrar el equilibrio.

La psicóloga Adela Amado dice que una buena práctica para convertir un problema en una oportunidad es realizar el siguiente ejercicio:

1. Divide en dos una hoja con una línea vertical
2. Escribe en el lado izquierdo una mala experiencia con las emociones que sientes y las reacciones que has tenido
3. En la parte derecha escribe otros enfoques que puede tener la situación, siempre enfocándote en resultados positivos y en las oportunidades que le encuentras.

¿Crees que si se pueden transformar las malas experiencias?