Cómo afrontar una muerte inesperada

La vida puede cambiar en un minuto. Afrontar una muerte inesperada es uno de los momentos más difíciles a los que una persona puede enfrentarse.

Tal es el caso de familiares y seres queridos de la actriz Naya Rivera, quien desapareció el 8 de julio en el lago Piru, California, mientras navegaba con su hijo Josey, de cuatro años. El niño fue encontrado solo en la embarcación. En declaraciones a la policía, el menor contó que “su madre se tiró al agua pero no regresó”. Al pasar las horas, la estrella de “Glee” fue dada por muerta.

Foto: Tomada de YouTube

El día de hoy, oficiales del condado de Ventura, California, informaron que encontraron el cuerpo de Rivera.

Así como este tipo de sucesos, accidentes automovilísticos o catástrofes naturales, las muertes inesperadas pueden sucedernos a todos.

Foto: Tomada de Twitter @sckarlett_dafne

“Tras un fallecimiento repentino, la persona puede quedar en shock, incrédulo ante la realidad. Podría parecer que tiene un comportamiento de frialdad, pero no es así. A menudo estas reacciones provienen de mecanismos de defensa básicos de protección del dolor. No podemos afrontar lo que no estamos preparados para soportar. 

"Los mecanismos internos de protección dan tiempo a nuestra mente y a nuestro cuerpo para que procesen lo sucedido. Cada persona tiene sus propios tiempos para afrontar la realidad de la muerte y deben ser respetados”, afirma Ana María Sánchez, psicóloga de Clínica Relox.

El tiempo de duelo

Procesar que una persona no está, toma tiempo y no es el mismo caso cuando se sufre una pérdida repentina de un ser querido, ya que la persona que sufrió la pérdida necesitará más tiempo que en un duelo anunciado como lo es haber tenido una enfermedad.

“Olvídense de decirle a una persona que ‘le eche ganas’, por favor no digan esto, es lo peor que le pueden decir a alguien que perdió a su ser querido de manera inesperada. Necesitará tiempo para entender lo ocurrido, tendrá que lidiar con sentimientos de angustia, dolor, incomprensión, inseguridad y culpa.

“La sensación de culpa es lo que más enfrenta una persona al vivir un duelo por muerte inesperada. Existe culpa por no haber llegado con cierto tiempo de anticipación, haber hablado antes, “el qué hubiera pasado” lo atormenta día y noche", expresó la psicoterapeuta.

Pasos para enfrentar el duelo por muerte inesperada

La experta en terapia conductual, Ana María Sánchez, nos brinda las siguientes recomendaciones:

Asumir la situación

Aunque es muy difícil aceptar que de un momento nuestro ser querido ya no está, todo el proceso de duelo será más fácil. Nada ganas con ‘quebarte’ la cabeza y preguntarte: ¿por qué ella, él? , ¿por qué me pasó esto?, ¿por qué la vida es injusta?, ¿qué hubiera pasado si yo…?

La muerte llega en cualquier momento

Ya sea que tú estás viviendo la muerte inesperada o alguien en tu entorno, hay un gran aprendizaje: “ninguno tenemos la vida comprada”.

Aprender a desprenderse es clave en este proceso de vida, por eso, es importante todos los días cerrar ciclos, si tenemos problemas con alguna persona, aclararlos y no quedarnos con el “si yo hubiera hecho…”

Asumir y responsabilizarse

No puedes hacer nada para cambiar esa situación, pero no por ello tienes que cargar con esa culpa el resto de tus días.

Cuidar tu salud física y emocional

Con el paso de los días, tal vez la persona pierda el apetito y el interés por cuidarse, pero por eso es muy importante contar con un red de apoyo ( familiares, amigos, gente cercana que estén a tu lado) y que no te dejen darte por vencido.

Llorar y estar triste es normal, pero lo ideal es que ante una muerte inesperada buscar apoyo de un profesional, ya sea un tanatólogo o un psicólogo para que te ayude a sobrellevar la pérdida.

Recuerda: cada duelo es diferente y, por tanto, el tiempo que dura cada fase del duelo repentino varía mucho de unos a otros. Tanto las personas como el tipo de muerte pueden hacer que la duración y la intensidad del duelo sean de una forma u otra; por eso siempre hay que hacer todo lo posible para salir adelante.

“Vive tu duelo, saca tus emociones, no te reprimas, pero por favor, acepta la ayuda que te brindan tus seres queridos. Muchas veces lloramos por los seres que ya no están, pero parte de la vida es valorar a quienes tenemos en ella y vivir nuestro presente”, finalizó la experta.