Alcohol provocó muerte de Amy Winehouse

Al morir, la cantante Amy Winehouse tenía una tasa de alcoholemia que quintuplicaba la permitida para conducir, lo que pudo ser la causa de su fallecimiento, de acuerdo con una investigación judicial.

La información publicada en el excelsior.com.mx, detalla que la llamada “Diva del Soul”, cuya muerte el pasado 23 de julio a los 27 años conmocionó a sus seguidores en todo el mundo, tenía 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre (el límite para conducir en el Reino Unido es de 80 miligramos)

La juez forense Susann Greenway, quien concluyó en su veredicto que la muerte de la famosa cantante fue “accidental”, recordó que “…una cantidad tan elevada de alcohol en su cuerpo pudo hacerla dejar de respirar y entrar en coma…”.

Durante la audiencia se reveló que, tras la muerte, la policía encontró en el departamento de Winehouse tres botellas de vodka, dos grandes y una mediana. Además, según varios testigos, la intérprete de Back to Black empezó a beber de nuevo el miércoles anterior a su muerte, después de varias semanas sin probar el alcohol.

Unos exámenes previos de toxicología publicados en agosto confirmaron que no había sustancias ilegales en el cuerpo de Amy en el momento de su fallecimiento.

El largo historial de problemas con las drogas y el alcohol de la cantante londinense provocó algunas conjeturas en los medios de comunicación sobre las circunstancias que causaron su temprana muerte, que varios medios británicos llegaron a suponer una sobredosis de estupefacientes.

Además, se dio a conocer que el guardaespaldas de Winehouse la encontró en su departamento de Londres aparentemente dormida a las 10 de la mañana el día de su muerte, y que sólo cinco horas después, al intentar despertarla, temió que pudiera estar muerta y llamó a la ambulancia.

La familia Winehouse manifestó, a través de un comunicado, su “alivio” tras conocer finalmente lo que le sucedió a la cantante y aseguró que le dolía averiguar que “tras haber luchado duro”, su hija no había sido capaz de vencer sus problemas con el alcohol.

“Empezó a beber de nuevo la semana en que murió, después de un periodo de abstinencia, lo que acentúa la importancia de nuestro proyecto de crear la fundación Amy Winehouse para ayudar a todos los jóvenes y niños que podamos en su nombre”, explicaron los padres de la artista, quienes quisieron agradecer también el apoyo recibido.

Mitch, padre de Winehouse, reveló en una entrevista en septiembre que su hija sufría convulsiones a causa de su larga y conocida batalla contra el alcohol.

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