4 razones por las que jamás deberías secarte la cara con una toalla (aunque la laves)

¿Cuántas veces, en tu rutina de skincare, te secas la cara con una toalla? Una, dos… el número es lo de menos. Tampoco importa lo esponjosa, aromática y blanca que esté, ¡hay peligros escondidos!

Con lo anterior la ciencia no cuestiona nuestros hábitos de lavado (aunque si la metes a la lavadora con regularidad, el riesgo sí disminuye), sino que revela el erros que llevamos años realizando: secar nuestra cara con una toalla. 

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¿Cuál es la forma correcta de secarte la cara? 

Aunque te parezca ilógico, lo mejor es que te sientes y dejes que tu rostro se seque con el ambiente. ¿La razón? Es imposible que una toalla esté 100% libre de gérmenes, y esto se debe a sus propiedades húmedas, cálidas y absorbentes. 

De acuerdo a una investigación publicada en The University of Arizona, el 90% de las toallas de baño se encuentran contaminadas con bacterias coliformes y 14%, E. coli, aunque las limpies.

¿Tienes que renunciar a tus toallas? 

La doctora Anjali Mahto, dermatóloga y autora de The Skincare Bible, señala que “no”. En realidad se trata del modo de utilizar la toalla: en vez de frotar seca dando pequeños golpes, y de limpiar: después de usarla pon en el sol. 

Pero si quieres saber más de por qué  jamás deberías secarte la cara con una toalla (aunque la laves). DESLIZA LA FOTO PRINCIPAL. 

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