7 medidas de prevención contra la aparición de llagas

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 7 Medidas de prevención contra la aparición de llagas
7 Medidas de prevención contra la aparición de llagas
Salud180, El estilo de vida saludable

POR: Pilar Maguey

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27-06-2011

En los adultos mayores, la aparición de llagas es un problema que se genera, en la mayoría de los casos, debido a la inmovilidad, la delgadez de la piel y la fricción del cuerpo en diferentes superficies.


 


Es responsabilidad del cuidador ayudar al paciente a evitar la aparición de las llagas; se trata, sobre todo, de reducir la presión en los puntos de riesgo mediante medidas como:


 


1. Cambios de postura. Es la principal medida preventiva cuando el paciente no puede movilizarse por sí solo. Se debe modificar la posición del enfermo cada 2 ó 3 horas, siguiendo una rotación programada para evitar la lesión en las zonas de riesgo.


 


2. Al paciente que se encuentra sentado se le debe levantar del sillón durante unos segundos, aproximadamente cada hora. Cuando el enfermo puede moverse por sí solo, hay que hacerlo cada 15 minutos. Si esto fuera imposible debido al estado del enfermo, se pueden alternar inclinaciones laterales a la derecha y a la izquierda con ayuda de cojines para evitar deslizamientos.


 


3. Protección de prominencias óseas: Existe una gran variedad de productos en el mercado que ayudan a disminuir la presión en los puntos de apoyo. Se utilizan como complemento a los cambios posturales y pueden ser almohadas y cojines de distintos tamaños y materiales (espuma, algodón, silicona); colchones de agua que ayudan a redistribuir el peso por toda la superficie corporal. colchones de aire con presión alternante o colchones de espuma que alivian la presión y proporcionan una superficie de descanso cómoda. También se pueden usar anillos o flotadores y protectores locales para talones, codos o rodillas.


 




4. Movilización precoz. Debe tenerse en cuenta el estado del paciente. Se inicia con movimientos pasivos hasta intentar llegar a la deambulación.


 


5. Nutrición adecuada. Una nutrición e hidratación correctas son tan importantes para la prevención de las úlceras como para su curación. Es indispensable vigilar la dieta de ancianos con depresión, problemas gastrointestinales, disfagia, pérdida de apetito o cualquier otra dificultad que pueda disminuir la cantidad o calidad de la ingesta. La dieta debe ser equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales.


 


6. Cuidados de la piel. La hora del baño o de los cambios posturales es un buen momento para observar la integridad, color, textura, vascularización e hidratación de la piel. El masaje produce vasodilatación, que aumenta la afluencia de sangre en la zona y, gracias a ello, mejora el aporte de nutrientes y oxígeno. Ha de ser suave y realizarse alrededor de las zonas de apoyo, evitando las prominencias óseas. En los enfermos incontinentes se utilizan los métodos de control que estén indicados en cada caso (absorbentes, colectores externos de orina, sonda vesical), sin olvidar, eso sí, la reeducación de esfínteres cuando sea posible. La cama y el sillón deben estar limpios, secos y libres de objetos o arrugas que puedan lesionar la piel del paciente.


 


7. Las llagas o úlceras por presión son la complicación más temida de la inmovilización y la desnutrición en una persona mayor. La correcta higiene, adecuada nutrición y correcta movilización de las personas mayores dependientes son las claves para evitar que aparezcan.


 


Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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